¿Qué son las arrugas faciales?

Varios factores contribuyen a la aparición de las arrugas faciales:

  • Genética y herencia
  • Exposición al sol sin protección
  • Fumar
  • Factores ambientales, como la contaminación y las variaciones extremas de temperatura
  • Un estilo de vida poco saludable, como una mala hidratación y un cuidado deficiente de la piel

 

Estos factores determinarán la naturaleza básica de las arrugas:

  • Arrugas dinámicas: Estas arrugas son causadas por la contracción repetida de los músculos debajo de la piel y se encuentran principalmente en la parte superior de la cara, en la glabela, la frente y alrededor de los ojos.
  • Arrugas estáticas: Estas arrugas son más bien causadas por la disminución gradual del colágeno en la piel y de las bolsas de grasa en los tejidos subcutáneos. Encontramos este tipo de arrugas sobre todo en las mejillas y en la parte inferior de la cara y suelen ir acompañadas de una falta de volumen profundo y de flacidez general de la cara.

 

TRATAMIENTOS ANTIARRUGAS

 

Cada tipo de arruga requiere un enfoque diferente, un tratamiento de medicina estética adecuado y a menudo la combinación de varias modalidades para mejorar la apariencia.

Arrugas dinámicas

 

Las arrugas dinámicas responden muy bien a los medicamentos de la clase de los neuromoduladores (Botox®, Dysport®, Xeomin®). El ingrediente activo es el mismo en todas las marcas comerciales y es la proteína botulínica. Esta proteína tiene la propiedad de reducir temporalmente, de tres a cinco meses, la contracción de los músculos donde se inyecta.

Estos productos son muy seguros y tienen efectos secundarios raros y reversibles. La terapia neuromoduladora se realiza mediante inyecciones intramusculares muy precisas y requiere que el médico estético que realiza el tratamiento tenga un buen conocimiento de la anatomía de la cara y de las frecuentes variaciones anatómicas de un paciente a otro.

Arrugas estáticas

 

Las arrugas estáticas y los déficits de volumen responden a los rellenos. La gran mayoría de los productos de esta clase comúnmente utilizados están compuestos de ácido hialurónico. Este ácido es en realidad un azúcar complejo que se encuentra naturalmente en la piel para asegurar su hidratación. Existen varias marcas comerciales en el mercado (Juvederm®, Restylane®, Teosyal®, Stylage®, Belotero®, Revanesse®, Princess®).

Todos estos productos tienen una trayectoria envidiable que demuestra su calidad y seguridad, dando al médico estético la posibilidad de elegir el producto que mejor se adapte al tipo de tratamiento requerido por su paciente. Son todos los productos inyectables que se depositan bajo la piel o en los tejidos subcutáneos mediante agujas finas o cánulas. El tratamiento dura sólo unos minutos y tiene pocas molestias y efectos secundarios. Los resultados obtenidos son de duración variable, y van de seis meses a un año y a veces más, dependiendo del producto utilizado y de la profundidad de la inyección.

También hay otros rellenos faciales inyectables que deben ser usados sólo por inyectores experimentados con mucha experiencia. Los más conocidos son Sculptra® y Radiesse®. Ambos estimulan la formación gradual de colágeno durante las semanas posteriores al tratamiento. Por lo tanto, son muy útiles en casos de adelgazamiento pronunciado de la cara, para restaurar los volúmenes perdidos y redefinir los contornos de la cara.

En un enfoque integral del rejuvenecimiento facial, no es raro recurrir al uso de varias modalidades de tratamiento. El rostro debe ser visto como un todo y las soluciones propuestas deben apuntar a resultados armoniosos. Es por ello que la combinación de neuromoduladores y rellenos es tan popular porque tiene como objetivo reducir las arrugas dinámicas que a veces hacen que el rostro parezca demasiado severo, cansado o triste, a la vez que restauran los volúmenes faltantes que causan la flacidez y la pesadez de las mejillas.

Todas estas vías de tratamiento se exploran durante la entrevista inicial con el médico en la clínica estética, quien podrá proponer un plan de tratamiento que tenga en cuenta las necesidades específicas de cada paciente.